Skurletis evitó comentar los plazos de la construcción del gasoducto, ya que implica no solo a Rusia y Grecia sino a otros países, con lo cual abogó por celebrar consultas al respecto para avanzar en la realización del proyecto.
Respecto al proyecto Trans Adriático (TAP) que contempla suministrar gas natural de Azerbaiyán a Europa, el ministro estimó que junto con Turk Stream ayuda a diversificar el suministro de hidrocarburos en Europa.
"Creemos que ambos proyectos no compiten entre sí, y lo hemos defendido en cada reunión oficial celebrada con nuestros socios europeos y otros. Es exactamente lo que tenemos en cuenta cuando hablamos de diversificar las rutas de energía", dijo.
En junio Grecia y Rusia firmaron un memorando de cooperación sobre la extensión del proyecto Turk Stream a través de Grecia.
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El Turk Stream supone la construcción de un gasoducto con una potencia de 63.000 millones de metros cúbicos anuales de Rusia a Turquía, cruzando el mar Negro.
La tubería, con una extensión de 1.100 km, llevará hasta 47.000 millones de metros cúbicos de gas hacia la frontera entre Turquía y Grecia, donde se crearía un centro de operaciones para que los países de la UE distribuyan gas en sus territorios por su cuenta.