Por un lado, la producción local rusa se mantiene estable, con unos stocks bajos que obligan a comprar, y por otro las empresas brasileñas se han beneficiado del alza del dólar y lo tienen más fácil para salir al exterior, asegura este portavoz de la industria.
"Ahora mismo tenemos una relación de madurez con Rusia: después de que se anunciaran las sanciones hubo algún repunte de precios por las expectativa que se formaron en la época, pero ese episodio ya está superado y ahora tenemos precios adecuados", apunta Santin, que confía también en el buen desempeño de sector avícola.
En su opinión, hay que mantener la estabilidad para que Brasil "no solo sea una alternativa" cuando fallen los suministros europeos o estadounidenses, por lo que también ha pedido que se eliminen las cuotas o al menos que sean iguales para todos los países.
El representante de la Abpa se expresaba así tras participar en la feria Tecnocarne, que se ha celebrado esta semana en São Paulo reuniendo a las principales empresas del sector de máquinas de procesamiento de carne y leche.
Su director, José Danghesi, ha explicado a Sputnik Nóvosti que en los últimos 20 años el parque fabril brasileño "se ha convertido en una referencia internacional exportadora de máquinas" y que el sector ha evolucionado en paralelo a la potente industria agropecuaria brasileña, que representa alrededor del 40 por ciento del PIB del país.
La feria ha recibido a más de 20.000 visitantes y han estado presentes el 80 por ciento de las empresas del sector en Brasil, además de representantes de Estados Unidos, Uruguay, Alemania, Francia, China y España, entre otros países; sin embargo, no ha habido representantes de Rusia, ni exponiendo ni comprando, según ha confirmado Danghesi.
Brasil, que en los últimos años se ha convertido en el mayor exportador del mundo de carne bovina, tiene 28 plantas de carne bovina autorizadas por Rusia, por lo que no hay graves problemas en este sentido, según informó la Asociación Brasileña de las Industrias Exportadoras de Carne (Abiec).
La normalización también ha llegado recientemente al sector de los lácteos, ya que tras una reciente visita de la ministra de Agricultura brasileña, Kátia Abreu, Rusia se abrió por primera vez a importar leche en polvo brasileña.
A partir de ahora se espera exportar 20.000 toneladas de leche en polvo al año para el mercado ruso, que cada año importa 630.000 toneladas de este producto, —equivalente a 1.200 millones de dólares- según datos de la Asociación Brasileña de Lácteos Viva Lácteos.