"No lo creo (…) no me parece un verdadero riesgo, además ellos (los rusos) tampoco tienen dinero", dijo citado por el diario italiano Il Sole 24 Ore.
Preguntado por la posibilidad de encontrar una solución a la crisis de deuda griega, señaló que "esta vez es realmente difícil".
Atenas mantiene desde hace meses negociaciones con sus acreedores –la Comisión Europea, el BCE y el Fondo Monetario Internacional (FMI)– para reestructurar la deuda, que para marzo de 2015 se estimó en casi 313.000 millones de euros, según el Ministerio de Finanzas griego.
En el referéndum del pasado 5 de julio la mayoría de los griegos rechazó las exigencias de los acreedores, que contemplaban severos reajustes y medidas de austeridad.