La compañía española asegura que el viaje se debe a un asunto interno, sin embargo, otras fuentes citadas por el medio español afirman que el presidente de Telefónica mantuvo un encuentro con representantes de los principales partidos políticos del país.
Este viaje estratégico, el primero que realiza a este país, puede estar motivado por el temor del Gobierno español a que Venezuela pueda nacionalizar las filiales de empresas españolas.
"Moncloa se teme que, tras varias devaluaciones que han golpeado seriamente las cuentas del banco BBVA, de la petrolera Repsol, de la aseguradora Mapfre y la empresa hotelera Sol Meliá, entre otras, que el próximo paso del Partido Socialista Unido de Venezuela pudiera ser la nacionalización de las filiales españolas", explica El Confidencial.
Desde 2010, Telefónica ha reconocido depreciaciones por valor de 7.500 millones de euros en Venezuela por las devaluaciones del bolívar.
Las empresas españolas afincadas en el país caribeño ya habían mostrado su preocupación por la escalada de tensión entre Madrid y Caracas.
La situación empeoró cuando el expresidente del Gobierno de España, el socialista Felipe González, confirmó su intención de asesorar al equipo jurídico que defiende los líderes de la oposición venezolana que se encuentran encarcelados.
El Ejecutivo venezolano llegó a decir que "no considera bienvenido" a González y "no le prestará ningún apoyo" si viaja a Caracas.
Venezuela acusa a los opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma de ser los responsables de las violentas protestas de principios de 2014 contra el Ejecutivo de Maduro que acabaron con 40 muertos e incluso, en el caso de Ledezma, de intento de golpe de Estado.