El documento titulado "Global Business Outlook 2015", detallaría la necesidad de crear "un ambiente propicio para los negocios en Brasil" y se enumerarían una serie de 22 reformas "urgentes" en cuanto a ajustes fiscales, política monetaria, recorte de derechos laborales, promoción del comercio, la competitividad empresarial y la tecnología, entre otros.
"El ajuste fiscal resulta fundamental, la crisis debe ser un momento de transformación en dirección a crear mejores condiciones para el crecimiento", expresó el comunicado del CNI, en referencia a los ajustes promovidos por el ministro Levy, el cual ha sido apodado entre los sectores de izquierda del país como "manostijeras".
Cabe recordar que en la jornada del jueves, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, aplaudió el plan de recortes de Levy calificándolo de "política fiscal seria" y aprovechó para diferenciar la economía brasileña de la de su socio en el bloque BRICS, Rusia, al decir que con una recesión del 3,8% la economía rusa no podía compararse a la brasileña, la cual con una caída del 1% es "ligeramente negativa".
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos del FMI de dirigir la actividad económica en Brasil, tanto Levy como el presidente del Banco Central brasileño, Alexandre Tombini, participaron el jueves de la reunión BRICS en torno al desarrollo del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) que comenzará sus actividades en enero de 2016, suponiendo un claro contrapeso a la influencia del FMI a nivel global.
Sumida en los inicios de una recesión económica tras 12 años consecutivos de crecimiento, la economía brasileña necesita reforzar sus inversiones extranjeras para compensar la caída del precio de las 'commodities' y la pérdida del valor del real frente al dólar.
A pesar de los recientes acercamientos a los Estados Unidos, los lazos económicos con los países del BRICS como China y Rusia siguen siendo clave en la política brasileña, especialmente en el campo de la exportación algunas de sus principales 'commodities': soja y carne.