El primer hallazgo de petróleo se produjo tras la perforación hasta los 1.312 metros de profundidad en el pozo pionero 1-BRSA-1302-ES, conocido formalmente como "Guayacan", situado a 120 kilómetros de la capital del estado de Espírito Santo, Vitoria.
Posteriormente, la compañía brasileña anunció el descubrimiento de gas y petróleo leve(47º en la escala API) en la Cuenca del Amazonas, a 170 kilómetros de Manaos, concretamente a una profundidad de 2.040 metros en el pozo 1-BRSA-1293-AM conocido como "Jusante de Anebá".
En este último caso, Petrobras como operadora de la concesión posee el 60% de la participación mientras que Petrogal Brasil, filial en Brasil de la petrolera portuguesa, participaría con el restante 40%.