Destacó que "el efecto de susto es en realidad muy grande, pero no puede verse una repercusión global de las sanciones".
"Sin duda, hay compañías que han resultado muy afectadas, pero se trata de casos únicos, en general la influencia negativa de las sanciones consiste en la creación de una atmósfera de desconfianza y preocupación por parte de aquellas compañías que no comprenden muy bien el asunto", considera Sumlenni.
El especialista reveló que solo aquellas empresas que se dedicaban exclusivamente a un negocio restringido actualmente, como la importación de manzanas de Polonia o suministro de equipos al Ejército, resultaron verdaderamente afectadas.
"En general el efecto consiste en que el clima moral se ha estropeado", dijo.
Asimismo, indicó que ninguna de las empresas que abandonaron Rusia lo hizo a raíz de las sanciones impuestas por Occidente.
"No sé ninguna empresa que abandonase Rusia por las sanciones", dijo.
Reconoció a la vez que muchos proyectos fueron cerrados por la situación económica general.
Indicó que el mayor efecto de estas medidas restrictivas es la incertidumbre económica y destacó que solo empresas alemanas congelaron más de 200 millones de euros de inversiones en Rusia en 2015, según la Cámara de Comercio Ruso-Alemana.
"A menudo, la incertidumbre en la economía causada por las sanciones afecta a las compañías no relacionadas con los sectores que sufrieron las sanciones", señaló.
EEUU, la UE y otros países impusieron sanciones contra Rusia debido a su postura en la crisis de Ucrania y la reintegración de Crimea.
Rusia tildó estas medidas de poco constructivas y aprobó una serie de restricciones a la importación de productos alimenticios proveniente de esos países.