"Por primera vez el número de turistas rusos superó los 10.000; como punto de referencia, en 2006 hubo 3.440 y en 2014 la cifra aumentó un 7% frente al año anterior", señaló.
Agregó que "puede que en cifras absolutas el flujo turístico ruso a Argentina no sea muy grande, lo que se explica ante todo por las condiciones económicas", aunque "crece todos los años", recalcó.
Según Koronelli, además del turismo clásico también hay rusos que van a Argentina no solo para descansar, como la gente que quiere aprender a bailar el tango o quiere escalar montañas.