El puerto del Pireo forma parte de la cadena de privatizaciones ahora congelada que el anterior Ejecutivo griego había aceptado por la imposición de los acreedores europeos. A la licitación se había presentado el gigante China Ocean Shipping Company (COSCO), de titularidad estatal, pero Atenas anunció tras tomar el poder que la venta "será revisada en beneficio del pueblo griego".
"Incluso cuando China ha dado a Grecia todo lo que necesitaba, ésta ha retirado su promesa muy rápidamente, olvidando totalmente que es la cuna de la civilización occidental, donde se valora al máximo el espíritu de los contratos", señala un artículo del diario oficial Global Times.
El medio explica las dificultades crecientes de las millonarias inversiones en países de convulsiones políticas y recuerda que también el nuevo Gobierno de Sri Lanka pretende renegociar un proyecto portuario de 1,5 mil millones de dólares apoyado por China.
"Afectados por crisis económicas, estos gobiernos recurren a menudo a soluciones irracionales, como la interferencia política, para solventar los problemas sin tener en cuenta la legalidad", sigue el artículo titulado 'Grecia traiciona el principio de los contratos'.
El diario ultranacionalista también acusa a la prensa occidental de difamar las inversiones chinas como relaciones de explotación en lugar de beneficio mutuo.
Varios expertos chinos alertan a Atenas de las consecuencias de echarse atrás en el acuerdo. "Congelar la operación golpeará la confianza de los inversores", señala Zhang Zuqian, del Instituto de Estudios Europeos de Shanghái. "Eso puede traer más problemas económicos", juzga.
"Proyectos como este no se firman entre empresas privadas sino entre gobiernos", ha recordado a la prensa local Zhang Min, del Instituto de Estudios Europeos de la Academia de Ciencias Sociales de China. "Un anuncio unilateral vulnera las prácticas internacionales", concluye.
Cosco ya gestiona dos muelles del puerto del Pireo tras un acuerdo de 2008 por el que pagó 4,88 millones de dólares por un plazo de 35 años.
Ese acuerdo había sido señalado recientemente como un ejemplo de colaboración bilateral por China, a la que la cancelación de la venta ha cogido por sorpresa.
"Hemos leído noticias y estamos comprobando la información con el gobierno griego", dijo ayer la portavoz del Ministerio de Exteriores, Hua Chunying.
El anterior Ejecutivo de Atenas había anunciado que vendería el 67 % del puerto del Pireo, cuyas acciones cayeron tras el reciente desmentido.
La posible pérdida del puerto también complica la estrategia china de acelerar la llegada de sus mercancías a Europa ya que esa infraestructura era clave en las nuevas Rutas de la Seda.
