"La cooperación internacional en la región rusa del Ártico se desarrolla en línea ascendente pese a las sanciones; se realizan numerosos proyectos a largo plazo y no hay ningún indicio de reducción", dijo.
Agregó que tales proyectos son más de 200 y pueden aumentar a juzgar por los informes sobre los planes de Canadá, EEUU, Noruega, Suecia y Alemania de desarrollar su actividad en la zona rusa del Ártico.
Durante los últimos años, Rusia empezó a explorar y explotar enérgicamente sus territorios septentrionales, incluidos la extracción de hidrocarburos y el desarrollo de la Ruta Marítima del Norte como alternativa a las rutas tradicionales que llevan de Europa a Asia.
Además, tomó un conjunto de medidas, incluidas las de carácter militar, para proteger sus intereses en el Ártico teniendo en cuenta las crecientes pretensiones por parte de los países de la OTAN.
El costo de los recursos minerales concentrados en la región rusa del Ártico se estima en más de 30 billones de dólares.
EEUU y la Unión Europa prohibieron suministrar a Rusia a partir del 1 de agosto pasado maquinaria para la perforación de pozos profundos y la extracción del crudo en el Ártico y del petróleo de esquistos en todo el territorio de Rusia.
En septiembre, recrudecieron estas sanciones prohibiendo prestar servicios para tales proyectos.
