"Estamos decepcionados por (la suspensión del) South Stream, un proyecto en el que hemos invertido mucho, tanto económica como políticamente", dijo Dacic tras conversar con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.
Subrayó que Serbia necesita ese proyecto para garantizar su seguridad energética.
El South Stream tenía una importancia especial para Serbia que actualmente recibe gas ruso solo a través de Ucrania.
Debido a la crisis en ese país eslavo los suministros no están garantizados, lo que obliga al Gobierno serbio a buscar otros caminos.
El pasado 1 de diciembre, el presidente ruso Vladímir Putin declaró, argumentando que la Unión Europea tenía una "postura poco constructiva", que Rusia renunciaba al proyecto South Stream, el gasoducto que debía trasportar 63.000 millones de metros cúbicos de gas ruso a Europa Central y del Sur a través de los territorio de Austria, Eslovenia y Hungría.