La iniciativa formaba parte de un paquete de medidas para imponer la estrategia de inflación objetivo a fin de aumentar la transparencia de la política monetaria e iba acompañada por la regulación de la liquidez bancaria y la modificación del papel de la tasa de descuento en el sistema de las herramientas del Banco de Rusia.
La entidad reguladora anunció que para el 1 de enero de 2016 la tasa de descuento y la tasa de interés clave se igualarían, y hasta la fecha la primera tendría una importancia secundaria.
El 3 de marzo de 2014 el Banco Central endureció su política monetaria al incrementar la tasa de interés clave del 5,5% al 7% al año.
"La decisión tiene como objetivo prevenir los riesgos de inflación e inestabilidad financiera relacionados con el alto nivel de volatilidad en los mercados financieros", informó el Banco.
El 25 de abril de 2014 el Banco Central volvió a aumentar la tasa de interés clave, hasta el 7,5% anual, alegando la agravación de los riesgos inflacionistas, y el 25 de julio, tras una reunión del Consejo de Administración, la incrementó hasta el 8%.
El 5 de noviembre de 2014 el Banco de Rusia elevó de nuevo la tasa de interés clave, hasta 9,5% para poner bajo control las expectativas inflacionarias.
El 12 de diciembre de 2014 tras una reunión del Consejo de Administración la entidad subió la tasa de interés clave hasta 10,5%.
El 16 de diciembre el Banco Central la volvió a aumentar hasta el 17%.
"La decisión se explica por la necesidad de limitar los riesgos de desvaloración e inflación que se han incrementado considerablemente", informó.
Además, la entidad reguladora introdujo una tasa flotante que se compone de la tasa de interés clavé más 1,75 punto porcentual de créditos sobre activos no comerciales que antes se concedían por un plazo de 2 a 90 días con un interés fijo.
A su vez, el Consejo de Administración decidió mantener las tasas de interés sobre instrumentos de refinanciación que ahora son unos cuantos puntos menores que la tasa de interés clave.