Científicos rusos y chinos estudiarán los cambios que han experimentado los terrenos y el clima a lo largo de lo que fue antaño la Gran Ruta de la Seda, donde puede surgir una zona económica conjunta, ha informado hoy a esta agencia el académico ruso Guennadi Matishov.
En septiembre de 2013 las autoridades de China promovieron la iniciativa de crear tal zona a lo largo de la Gran Ruta de la Seda, que en tiempos antiguos unía los países del Este y el Oeste pasando por la región centroasiática.
Para organizar los suministros directos Este-Oeste por esa ruta hace falta estudiar la posibilidad de construir vías férreas de alta velocidad en condiciones climáticas adversas. El tema ya fue debatido en una conferencia convocada en la Universidad china de Lanzhou.
"El debate proseguirá a comienzos de la próxima primavera en Rostov del Don (sur de Rusia)", informó el académico, agregando que se trata de lanzar un programa para obtener un pronóstico basado "en el estudio comparativo de los cambios climáticos y de terrenos operados a lo largo de la Gran Ruta de la Seda en territorios de Rusia y China y de los sistemas ecológicos locales".
