La Audiencia Nacional española destacó hoy la responsabilidad que tuvo Rodrigo Rato, exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional y expresidente de Caja Madrid y Bankia, en la emisión de las tarjetas opacas de las que disfrutaban algunos directivos de la entidad, entre ellos, él mismo.
Según el auto del juez, estas tarjetas se situaban "al margen de cualquier atisbo de legalidad y, lo que es más importante, de espaldas a cualquier tipo de fiscalización que pudiera acreditar su adecuada utilización".
De esta forma, el magistrado, Fernando Andreu, rechaza el recurso de Rato, también ministro de Economía durante el gobierno conservador de José María Aznar, por lo que continúa vigente la fianza civil de tres millones de euros que el político cubrió con un aval del Banco Sabadell.
El juez imputó por la causa de las tarjetas "negras" a los expresidentes de Caja Madrid y Bankia, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, y al exdirector general financiero, Ildefonso Sánchez Barcoi.
Les acusa de "un delito continuado de administración desleal", al considerar que "consintieron, aceptaron y proporcionaron" el uso de estas tarjetas a los que por entonces eran consejeros de la entidad.
Estos consejeros, representantes de partidos políticos y sindicatos, gastaron entre 1996 y 2012 más de 15,2 millones de euros en cosas personales fundamentalmente artículos de lujos y restaurantes caros.
Los consejeros usaban estas tarjetas al margen de su sueldo y para cosas que nada tenían que ver con sus funciones, como vacaciones, lencería, compras en supermercado o joyas.
Por este motivo, el tribunal señala que las tarjetas eran "gastos ajenos a los gastos de representación".
Andreu también rechazó el recurso de Miguel Blesa, que tiene una fianza de 16 millones de euros a la que no hizo frente, por lo que varias de sus propiedades están siendo embargadas.
