La Unión Europa se comprometerá hoy a mejorar y ampliar las interconexiones transfronterizas de energía de España con Europa, rompiendo así las reservas históricas de Francia que habían mantenido hasta ahora aislada a la península ibérica.
España arrancó en la cumbre de este jueves que sus socios europeos den luz verde a “un paquete sin precedentes a favor de la interconexión”. Según fuentes de la delegación española, “por primera vez la UE reconoce que el aislamiento energético no es un problema nacional sino europeo. Y se compromete a solucionarlo”.
La nueva política beneficiará no sólo a España y Portugal sino también a los países bálticos, las regiones con peores conexiones.
En el borrador del acuerdo, que se aprueba hoy, se prioriza la interconexión del “10% hasta el 2020 y añade otro 15% hasta 2030”. Bruselas asegura que se concluyan sin más demora los cinco proyectos de interconexión previstos, cruzando los Pirineos y otro submarino en el Golfo de Vizcaya, y otro gasístico. Ahora la energía que puede canalizar España sólo es del 2,5%.
En su encuentro con los mandatarios europeos, el presidente español Mariano Rajoy reclamó la construcción de gaseoductos para que España pueda reexportar el gas que almacena de terceros países con el objetivo de reducir la dependencia europea de Rusia.
Rajoy aprovechó su estancia en Bruselas para insistir en lograr una “política energética común para la Unión Europea".
En un discurso ante el Colegio de Europa, el líder conservador insistió en que “para que la energía del sur pueda fluir efectivamente al resto de Europa y compensar eventuales cortes de suministro desde el Este, es necesario impulsar las infraestructuras de interconexión entre la península ibérica y el resto de Europa”.
Rajoy indicó que “mientras no lo logremos, Europa seguirá jugando el partido de la competitividad internacional con una mano atada a la espalda”.
