El juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, culpa a Rodrigo Rato, ex director del Fondo Monetario Internacional, ex vicepresidente económico del Gobierno y ex presidente de Bankia, y a Miguel Blesa, ex presidente de Caja Madrid, de haber “consentido, aceptado y propiciado” la utilización indebida de tarjetas opacas en la entidad bancaria, según el auto conocido hoy.
86 consejeros de Caja Madrid, posteriormente Bankia, gastaron 15.5 millones de euros en tarjetas B, a pesar de que muchos de ellos tenían sueldos millonarios. Bankia fue nacionalizado en 2012 con una inyección de 24.000 millones de euros. Este nuevo escándalo de corrupción ha indignado a la sociedad española.
El juez acusa a los banqueros de un delito de “administración desleal” sancionado en el Código Penal con penas de seis a cuatro años de cárcel o con una multa del triple del lucro obtenido. El magistrado impuso este jueves una fianza de responsabilidad civil de 16 millones de euros para Blesa y de tres millones para Rato.
El juez Andreu denuncia que Blesa y Rato usaron “en provecho propio” las tarjetas y las ofrecieron al Consejo de Administración, de la Comisión de Control, consejeros ejecutivos y directivos, lo que “supuso la percepción por parte de estas personas de cantidades en concepto distinto del retributivo”.
Las tarjetas generaban un gasto que Caja Madrid y Bankia anotaron “de forma encubierta para evitar el control de los auditores y de los órganos supervisores”. Este dinero “no fue justificado ni contractual ni funcionalmente”. Tampoco Rato y Blesa, según el juez, ejercieron control o supervisión alguna sobre las tarjetas.
Fuentes cercanas a Blesa recogidas por el diario El País, admiten que el expresidente de Caja Madrid no podrá hacer frente a la fianza.
El banquero reunió “ 2,5 millones de euros el 28 de mayo para salir de prisión, pero en esta ocasión, fuentes de su entorno consideran absolutamente inviable obtener 16 millones o avales bancarios”, señala el diario.
Blesa se autoadjudicó un salario de 3.5 millones de euros al final de su mandato. “Entre 2007 y 2010, ingresó entre salario e indemnización por despido 12,5 millones de Caja Madrid”, escribe El País.
Después no ha vuelto a ocupar “ningún cargo en consejos de administración ni ha tenido otra ocupación, aunque no parece haber abandonado su nivel de vida. Sí ha tenido importantes gastos para atender las causas judiciales en las que está imputado, sobre todo por las preferentes y el banco de Florida”.
Blesa gastó 436.700 euros con su tarjeta opaca. Entre 2003 y 2010 sacó del cajero en metálico, según el sumario, 86.195 euros. Cargó 9.000 euros en un solo día en el Hotel Ritz de Madrid. Y abonó un viaje por 12.600 euros. Se gastó 6.000 euros en joyas de lujo y mil más en una zapatería.
Por su parte, Rato se gastó cerca de 100.000 euros. En los últimos tres meses como presidente de Bankia retiró del cajero automático 16.300 euros. En febrero de 2011, gastó 1.850 euros en cuatro noches de “clubs, salas de fiestas, pubs, discotecas y bares”.
Las tarjetas, en principio, debían ser usadas para gastos de representación.
