El Mundial de fútbol que terminó el pasado domingo día 13, dejó en Brasil un saldo positivo para los negocios dedicados al turismo, ya que bares y hoteles facturaron hasta un 25% más que en el mismo mes del año pasado y produjo una caída en la producción industrial, según un estudio publicado hoy por el portal de noticias G1.
El principal impulso que el Mundial ha dejado para la economía es en materia de turismo, ya que el torneo movilizó a 700.000 extranjeros que se desplazaron hasta Brasil para disfrutar de los encuentros de fútbol y el ambiente de los aficionados.
Este número es un 132% superior al del mismo mes del año pasado, siempre según el estudio, lo que generó que se elevase el gasto (contabilizado en dólares) dejado por los visitantes en un 169 %.
Asimismo, la tasa de ocupación de los hoteles en las ciudades que albergaron algún partido del Mundial creció un 24% en comparación con el mismo período de 2013.
Este dato fue negativo en el estado de Sao Paulo, donde la ocupación estuvo entre el 58% y el 62% durante el Mundial, lo que sitúa el índice por debajo de la media para este periodo que se sitúa en el 75%.
Sin embargo los hosteleros consideran que no tendrán pérdidas en el balance final del año, ya que los eventos corporativos y ferias comerciales han sido trasladados para otras fechas a lo largo del año para evitar solaparse con el período en el que se disputaba el torneo.
El otro gran sector beneficiado por la llegada de turistas es el de los bares, área económica que el estudio estima que incrementó su actividad un 25 % por encima de la media.
Otros sectores que se vieron beneficiados por el Mundial, según el estudio, son los vendedores de cerveza, de ropa deportiva y de televisores cuyos ingresos también se multiplicaron debido al impulso económico del torneo.
El estudio concluye que la industria se vio perjudicada por la organización del torneo, especialmente debido a una caída en la producción durante el mes en el que el torneo se ha desarrollado y en el que Brasil se ha paralizado para asistir a los partidos.
Además de la multiplicación de días festivos, también se produjo un descenso de la demanda que aún no es cuantificable hasta que se divulguen los datos oficiales del mes de junio, pero el estudio estima que solo en Río de Janeiro, la manufactura dejó de ganar 327 millones de reales (unos 147 millones de dólares).
Solo la producción de vehículos cayó un 33,3% durante el mes de junio, una cifra que comparada con el mes anterior es del 23,3%.
En cualquier caso, podría producirse en un repunte de la industria en los meses siguiente ya que muchos empresarios estiman que las agendas empresariales se han adaptado para regatear las fechas del Mundial.
El estudio también observa que la facturación de restaurantes formales y de comida rápida cayó un 10% debido a la caída de eventos empresariales y el tipo de turistas que se desplazaron hasta Brasil.
La inmensa mayoría de ellos llegaron sin familia y acompañados de amigos, un tipo de turismo que evita el consumo en restaurantes y busca opciones más económicas.
Sin embargo el estudio concluye que el sector más afectado en Brasil, fue la cotización de los futbolistas que tomaron parte de la selección brasileña que perdió estrepitosamente contra Alemania en la semifinal del torneo por 1-7 y en el encuentro por el tercer puesto frente a Holanda por 0-3.
La caída en la cotización de los jugadores se estima en 1.300 millones de reales (unos 585 millones de dólares), es decir, un 4,3%.
Por todo ello, el informe desprende que el efecto sobre la economía del Mundial fue "nulo o insignificante" y entiende que el crecimiento del PIB brasileño a lo largo del año será del 1%.
