La agencia de califiación Moody’s rebajó la noche del miércoles pasado la calificación de la deuda soberana de Chipre por dos escalones, de “Ba3” a “Ba1”, con pronóstico negativo, dice un comunicado de la agencia.
“Este paso se debe sobre todo a la elevada probabilidad de la salida de Grecia de la Eurozona y, por tanto, el posible aumento del apoyo gubernamental para la banca chipriota”, dice el comunicado.
Al mismo tiempo, una alta fuente del ministerio de Finanzas de Chipre, citada por la agencia Dow Jones, comunicó la víspera que existe la posibilidad de que el país mediterráneo reciba un nuevo crédito de Rusia.
“Chipre está a punto de llegar a un acuerdo con Rusia sobre un crédito bilateral”, indicó la fuente.
Por el momento, el ministerio de Hacienda de Rusia no ha confirmado las informaciones sobre las negociaciones de un nuevo crédito para Chipre.
Anteriormente, Rusia otorgó a Chipre un crédito de 2.500 millones de euros.
Chipre enfrentó dificultades económicas cuando se comprometió a llevar a cabo la recapitalización del segundo banco más importante del país, Cyprus Popular Bank, por un monto de 1.800 millones de euros lo que equivale a un 10% del PIB nacional.
Chipre estudia solicitar la ayuda de la Unión Europea, como lo hicieron anteriormente Grecia, Irlanda, Portugal y España, aunque teme que los acreedores exijan adoptar medidas de austeridad y aumentar los impuestos corporativos que son de los más bajos en la Unión Europea y el principal atractivo del país para las empresas.
