Grecia logró cerrar una restructuración de su deuda soberana por hasta 197.000 millones de euros después de que el 95,7% de los acreedores del país heleno se comprometieran a participar en la quita, informó este viernes el Ministerio griego de Finanzas.
Para concluir el canje de bonos, imprescindible para evitar la bancarrota, el país necesitaba la participación de al menos dos tercios de sus acreedores.
Según las autoridades griegas, los tenedores privados de 152.000 millones de euros en bonos griegos, o el equivalente al 85,8% de la deuda del país, aceptaron participar en la quita de forma voluntaria, mientras que otros acreedores, que acumulan casi 20.000 millones de euros en títulos helenos, remitieron su consentimiento para la restructuración.
De esta forma, el número de acreedores que aceptaron participar en la quita ascendió al 95,7%, lo que equivale a 197.000 millones de los 206.000 millones de euros en deuda helena a reestructurar.
El Gobierno griego expresó satisfacción con la participación inesperadamente alta de sus acreedores en la restructuración de la deuda helena, la mayor de la historia.
“Es un momento histórico, el canje de bonos avanza muy bien y nos permite estabilizar la economía y desarrollarla”, afirmó Pantelis Kapsis.
Por su parte, los acreedores privados de la República helena también se mostraron satisfechos de cómo evoluciona la restructuración.
“El resultado muy importante y positivo del programa facilita a Grecia grandes oportunidades”, declaró en un comunicado el Instituto de Finanzas Internacionales, la mayor asociación de acreedores privados de Grecia.
