Moscú, 8 de octubre, RIA Novosti. La crisis financiera ya se extiende al sector real de la economía rusa y ha alcanzado ya a la industria automotriz, escribe hoy el diario Kommersant.
De momento, los recortes afectan al apartado de camiones y vehículos comerciales. El grupo GAZ paró hasta el 13 de octubre la cadena en que se ensamblan las furgonetas Gazel y producirá en este período 2.000 coches menos de lo previsto.
Una portavoz de Russian Machines, entidad que controla GAZ, afirmó sin embargo que esta medida no afectará al cumplimiento del plan anual ni a las ventas, dado que hay suficientes cantidades en depósitos. "Mantendremos un plan de producción flexible en los próximos dos o tres meses", dijo.
Según los datos de ASM Holding, la producción de GAZ bajó el 8,8% en el período de enero-septiembre de 2008. La caída del mes pasado fue del 23,4%.
Otro gigante automotor ruso, Kamaz, anunció que todas sus divisiones pasan a trabajar hasta el próximo 6 de diciembre cuatro días a la semana, en lugar de seis. Un ejecutivo de la empresa atribuyó esta decisión a la decreciente demanda de grúas y volquetes por parte del sector de construcción. Con todo, todavía no hay comentarios oficiales acerca de si Kamaz va a reducir este año la producción.
A diferencia de GAZ, Kamaz produjo en enero-agosto un 10% más que en el respectivo período de 2007 pero fuentes próximas a la empresa admiten que podría cerrar este año con una reducción de hasta el 20%. A título oficial, representantes de Kamaz confirman que el plan anual se sometió a una revisión pero "dudan de que la caída sea tan sustancial".
GAZ y Kamaz son las primeras plantas automotrices de Rusia que aplican recortes a raíz de la crisis financiera global. El mayor fabricante local de turismos, Avtovaz, "sigue de cerca la evolución del mercado" pero no pretende por ahora reducir el plan de este año que prevé la producción de 974 mil coches.
Varias empresas del mercado internacional de automóviles - Opel, BMW, Skoda, General Motors y Daimler - anunciaron a lo largo de esta semana que reducen los volúmenes de producción debido a la crisis.
