Los bares han sido uno de los negocios que más han sufrido la crisis económica provocada por el coronavirus. El cierre precipitado en el mes de marzo no solo ha derrumbado el porcentaje de ingresos, sino que ha incrementado los ceros de la cifra de pérdidas. Debacle económica potenciada por los arcones llenos de producto que se quedaron sin vender al inicio del estado de alarma. Entre estos, los barriles de cerveza empezados y que nunca se llegaron a acabar.
Así, la empresa prevé transformar más de 3.500.000 de litros en su fábrica de El Prat de Llobregat. Proceso realizado a través de unos tanques que contienen unos microorganismos específicos que la digieren y producen un gas de origen biológico, llamado biogás. Después, una vez separado, este compuesto es lavado y purificado y posteriormente utilizado como combustible en una instalación de cogeneración. Un sistema mediante el que Estrella Damm tiene estimado generar casi 670.000 kWh de electricidad, lo equivalente al consumo medio al mes de unos 2.500 hogares españoles. De esta manera, la cervecera evita la emisión de 250.000 kilogramos de CO2 a la atmósfera.
Una iniciativa más dentro de la política medioambiental de la empresa, que ha conseguido en los últimos años que el 99% de sus materias primas se reincorporen a la cadena productiva. Actualmente, Estrella Damm, que utiliza energía de origen verde en 12 de sus 14 centros, ha logrado reducir sus emisiones a 2.600.000 toneladas de CO2, aunque en cinco años prevé reducirlas en un 20%. Además, la cervecera tiene otros proyectos como la transformación de su flota de transporte, la eliminación de las anillas de plástico de las latas, la sustitución de los envases de plástico en festivales por vasos biodegradables o reutilizables y la aplicación de sistemas de embalaje sostenible.
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— Estrella Damm Es (@EstrellaDammEs) June 15, 2020