En particular, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social anunció haber puesto en marcha un sistema de vigilancia epidemiológico diseñado para impedir que la especie de avispón más grande del mundo acabe invadiendo México.
Además, la dependencia pidió que el personal técnico que coopera con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social de México advirtiera a los productores apícolas de que los animales y las personas corren riesgo de sufrir sus picaduras.
"Su veneno es más tóxico que el de cualquier especie residente en el continente americano y, debido a su tamaño, la ropa de protección común es insuficiente para evitar picaduras de la 'vespa mandarinia'", señala el documento.
La posible invasión de la vespa mandarinia, como llaman los científicos a estos avispones, amenaza con afectar a los 43.500 productores apícolas de México que en conjunto acumulan más de dos millones de colmenas. Estas se utilizan para producir la miel y polinizar cultivos situados en las cinco regiones del país: Altiplano, golfo, costa Pacífico, norte y península de Yucatán.
El Senasica incluyó la búsqueda del avispón gigante en su programa de vigilancia epidemiológica una vez se detectaron varios ejemplares en el estado Washington, situado en el noroeste de EEUU y fronterizo con Canadá.