Como si se tratase de una misión secreta, los bomberos australianos lograron salvar de los incendios un ecosistema único en el planeta y uno de los más antiguos, donde habitan los famosos pinos Wollemi en Nueva Gales del Sur, a unos 125 kilómetros de Sydney.
"Cuando se descubrieron los pinos, bien se podría haber encontrado un dinosaurio vivo", dijo el ministro de Medio Ambiente y Energía de Nueva Gales del Sur, Matt Kean, al diario Sydney Morning Herald.
El rescate de los pinos Wollemi
La misión de rescate para salvar los pinos Wollemi fue cinematográfica: aviones de bombardeo de agua, camiones cisterna lanzando retardantes de fuego y helicópteros para transportar a los bomberos especialistas al desfiladero donde habitan los últimos ejemplares vivos de esta especie.
Se estableció un sistema de riego para aumentar el contenido de humedad de los combustibles en el suelo y frenar el avance de las llamas. "Fue como una operación de estilo militar", describió el ministro y completó: "Simplemente teníamos que hacer todo".
Con menos de 200 especímenes, la arboleda australiana es un lugar único en el mundo, por lo que el Ministerio desplegó un operativo para salvarlos. El rescate empezó en octubre de 2019.
El Servicio de Parques Nacionales y Vida Silvestre, respaldado por el Servicio Rural de Bomberos, mantuvo sus esfuerzos en gran medida en secreto para evitar revelar la ubicación de los pinos Wollemi. La contaminación por agentes patógenos traídos por los visitantes podría devastar las poblaciones restantes.
Según explicó el ministro, la amenaza alcanzó su punto máximo a finales de 2019, cuando pasaron cuatro días sin saber si los pinos habían sido alcanzados por las llamas. "Solo esperamos con la respiración contenida", dijo Kean. Sólo dos árboles fueron incinerados totalmente.
El incendio que comenzó con un rayo el 26 de octubre de 2019, ha sido catalogado como uno de los más grandes que fuera iniciado desde una sola fuente. En Nueva Gales del Sur se quemaron alrededor de 5,2 millones de hectáreas y las estimaciones de pérdidas de vida silvestre esta temporada superan los 1.000 millones de animales en toda Australia, según el Herald.