"No queríamos un decreto retórico, sino uno con medidas concretas. Damos un paso a la acción", dijo la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, en un acto de presentación de las medidas.
De alcanzarse ese objetivo, la ciudad conseguiría una reducción del 50* de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los valores del año 1992.
Para ello, el Ayuntamiento propone una serie de medidas encaminadas sobre todo a reducir el uso del transporte en vehículo privado, mejorar las alternativas públicas y priorizar la movilidad de los viandantes en el espacio urbano.
Asimismo, el plan del consistorio propone desarrollar un modelo de eficiencia energética residencial, apuesta por un mayor fomento de la energía renovable e incluso propone la reducción de emisiones de grandes infraestructuras como el aeropuerto.
"Las ciudades somos los principales generadores de emisiones. Debemos actuar y asumir nuestras responsabilidades", dijo Colau durante el acto de presentación, en el que hizo un llamamiento a ir más allá de los planes locales para que todos los niveles de la administración actúen de forma coordinada contra el cambio climático.