Este 27 de agosto el ministro declaró en una conferencia de embajadores en Berlín que la víspera mantuvo una conversación telefónica con su par brasileño y le ofreció ayuda de Alemania.
"No debemos quedarnos de brazos cruzados mientras los incendios devastadores destruyen el pulmón verde del mundo", dijo Maas.
Subrayó que la protección de los bosques de la Amazonía es una tarea de todo el mundo.
El 26 de agosto, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que los países miembros del Grupo de los Siete (G7) destinarán 20 millones de euros para combatir los incendios.
A su vez, el ministro de la Casa Civil, Onyx Lorenzoni, declaró al medio digital G1 que el Gobierno brasileño rechazará la ayuda del G7.
Pese a la magnitud de los incendios, que aumentaron en un 85% entre enero y agosto frente al mismo período de 2018, el ministro dijo que "Brasil podría enseñar a cualquier país" cómo proteger bosques nativos.
Según los expertos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales del Brasil (INPE), más de 75.000 focos de incendios se han detectado en la Amazonía en lo que va de año.
Aunque los incendios son comunes en la región del Amazonas durante la estación seca, como la actual, buena parte de ellos han sido producidos por agricultores y se han dispersado con fuerza a raíz de la deforestación hasta llegar a zonas deshabitadas. La propagación del siniestro pone en riesgo varias regiones pobladas en el norte de Brasil.