Sin embargo, bañarse en sus aguas puede ser peligroso. En realidad, este depósito de agua es una antigua mina de wolframio que estuvo en funcionamiento desde la Segunda Guerra Mundial hasta 2012. Los nazis extraían de ella el material para fabricar diversas armas de combate y municiones.
El lugar se ha convertido en un centro de peregrinación para los usuarios de Instagram por su imagen idílica.
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La mayoría de las fotografías tomadas en la zona del Monte Neme se realizan desde el exterior del depósito de agua. No obstante, varios usuarios se bañaron en las aguas contaminadas como si fueran las de las Maldivas.
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Como consecuencia manifestaron problemas de salud, como "vómitos", "mareos" e "irritaciones cutáneas".
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La plataforma ecologista Salvemos A Cabana exige el drenaje y el sellado de las minas por los riesgos para la salud. La compañía denuncia el riesgo de accidentes, que pueden llevar a la contaminación del terreno de los poblados cercanos.
Cerca de las balsas existen unos carteles que prohíben el paso, pero nada lo impide físicamente.
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