Un estudio realizado por un equipo de investigadores de las universidades de Zúrich, Bristol y Australia Occidental ha revelado que los delfines de nariz de botella, o 'Tursiops aduncus' de Shark Bay —una zona costera australiana— se lo piensan dos veces antes de entablar amistad con otros de su especie.
Cuando quienes utilizan esta técnica para buscar comida se encuentran con otros delfines por el camino, acaban haciéndose amigos de aquellos que también utilizan esponjas para cazar, revela el estudio.
Simon Allen, biólogo de la Universidad de Bristol, siguió de cerca la actividad de 37 delfines macho de Shark Bay. De estos, 13 utilizaban esponjas y 24, no. Y de igual forma que los humanos se arriman a quienes comparten intereses, los 13 que utilizaban esponjas marinas se arrimaban a otros con la misma habilidad.
Los delfines hembra hacen lo mismo. Las que usan esponjas marinas como herramientas se asocian más a menudo con otras hembras que también las usan. Más a menudo que con las que no las usan.
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El estudio añade también que utilizar las esponjas marinas para cazar es un comportamiento socialmente aprendido y que asimilarlo lleva mucho tiempo. No todos consiguen hacerlo. Además, se trata de una técnica que se transmite de madre a hija.