No obstante, tras varias protestas contra la planta en diferentes ciudades rusas, un tribunal suspendió su construcción. La gente le teme a los problemas ambientales, en particular que se reduzca el nivel del agua en el lago.
Según el plan inicial, la primera etapa de la obra se debía poner en marcha en diciembre del 2019 y la la planta alcanzaría su plena capacidad en el 2021, al producir 528.000 litros de agua por día o 190 millones de litros por año.
"La planta en cuestión, con sus volúmenes de producción declarados, no podría reducir el nivel de agua en el lago en más de un milímetro al año. No parece haber amenaza por ese lado", le dice a Sputnik Valeri Siniukóvich, especialista en hidrología e hidrofísica de la Academia Rusa de Ciencias.
El nivel del agua en el Baikal antes de la construcción de la central hidroeléctrica de Irkutsk (una ciudad siberiana en las orillas del lago) fluctuaba naturalmente dentro de dos metros. Se puede ver que antes de 1956 el nivel era más bajo de lo que es ahora; el mínimo, a su vez, fue alcanzado en 1904 cuando llegó a estar por debajo de los 455 metros. Lo que algunos llaman el 'nivel crítico' es en realidad el límite inferior establecido en el 2001 por un decreto gubernamental.
"No logramos mantener el nivel de agua en el rango asignado por nosotros mismos. Algunos comenzaron a llamarlo una crisis, al decir que Baikal ya no es tan profundo. Pero los que viven en Irkutsk saben que el Baikal físicamente no es capaz de bajar mucho de nivel porque el sitio desde el cual sale el río Angará es muy poco profundo. Si el nivel del agua desciende un metro y medio, el flujo de agua se detendrá y el nivel no caerá más", dice el científico.
El Baikal se llena de ríos en un 85%, el resto proviene de las precipitaciones. Así, el actual bajo nivel del agua se debe a la disminución de la cantidad de agua en estas dos fuentes.
Con todo esto, el hidrólogo cree que el verdadero problema con el lago Baikal son los planes para suavizar los estándares de tratamiento de las aguas residuales que se arrojan en el lago. De momento, resulta que la cantidad de contaminantes que entran en el lago puede aumentar. Por ejemplo, se propone que la norma para los nitratos aumente 23 veces.
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Muchas actividades económicas están prohibidas en la zona ecológica del Baikal, incluyendo la descarga de aguas residuales. En realidad, los asentamientos, bases turísticas, hoteles y restaurantes construidos en los últimos años tras el comienzo del ‘boom' turístico en la región contaminan el agua de una manera significativa.
Así que la tarea principal es guardar el depósito de agua de la contaminación, concluye Siniukóvich.