El estudio correspondiente fue publicado en la revista especializada Nature Climate Change.
"Bitcoin es una criptomoneda con grandes requisitos de 'hardware', y esto obviamente se traduce en grandes demandas de electricidad", explicó uno de los encargados del estudio, Randi Rollins.
Durante el experimento, los investigadores estadounidenses analizaron la eficiencia y la ubicación geográfica de los ordenadores usados para la minería en 2017 y llegaron a la conclusión de que las llamadas 'granjas de minería' contribuyeron a la emisión de 69 millones de toneladas de dióxido de carbono.
"No podemos predecir el futuro del Bitcoin, pero si se implementa a un ritmo incluso cercano al ritmo más lento al que se han incorporado otras tecnologías, generará muy malas noticias para el cambio climático", advirtió, por su parte, el líder del estudio, Camilo Mora.
El científico subrayó que es necesario reducir la demanda de electricidad, sobre todo la generada por las fuentes fósiles, para evitar las consecuencias "potencialmente devastadoras" del calentamiento global.
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El Bitcoin, lanzado en 2009, es una de las divisas virtuales más populares del mundo. Los gigantes como Microsoft, Dell, Virgin o Reddit, así como numerosas empresas más pequeñas aceptan esta criptomoneda como medio de pago.