Teniendo en cuenta estas circunstancias, los gobiernos de distintos países del mundo se verán obligados a limitar la producción de carne y una de las maneras más probables de hacerlo es introducir unos impuestos elevados, al igual que en el caso de comidas nocivas, alcohol y tabaco, señala el informe del FAIRR.
Rebelión en la granja: ¿Y si todos fuéramos vegetarianos? https://t.co/ZDRq65zX1a pic.twitter.com/WOiUxMoU7A
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 6 декабря 2016 г.
Según el FAIRR, los ingresos de los impuestos a la carne deberían destinarse a los subsidios para productores de alimentos saludables.
Los métodos estimulantes para preservar la ecología son realmente necesarios, reconoce Svetlana Cherédnikova, autora del artículo para la web de la radio Business FM. La periodista añade que se puede producir productos del grupo de las proteínas a partir de las plantas.
Lea también: Científicos descubren como crear carne en laboratorio
"Las aves, por ejemplo, los pavos, tienen una carga significativamente menor en el ecosistema que el ganado. En la avicultura, se puede establecer un IVA menor al 10% para estimularla. El mecanismo se ha usado durante mucho tiempo en Rusia y seguirá aplicándose en los próximos 10-20 años", explica.
Lea más: ¡Ojo! El peligro que esconden las pechugas de pollo
"No debemos olvidar que para criar animales para carne, se tala una gran cantidad de bosques, principalmente en el Amazonas. (…) Si hablamos de carne artificial, la soja se cultiva en la misma Amazonía, y también se talan muchos bosques tropicales para cultivarla", observa Vladímir Chuprov, jefe del programa de energía Greenpeace en Rusia.
Otra consecuencia desagradable de estos impuestos sería la quiebra de muchos agricultores y el aumento del desempleo.
Por otro lado, el FAIRR admite que la necesidad de impuestos altos a la carne desaparecería si aparecieran tecnologías innovadoras para reducir drásticamente las emisiones nocivas del ganado.