Durante el año pasado la temperatura media de nuestro planeta alcanzó los 14,82 ºC. Con esta marca, la Tierra registró un récord de temperaturas por tercer año consecutivo. Entre enero y agosto fue el período donde más calor hizo.
Las consecuencias de este fenómeno se pueden evidenciar de diversas maneras, explicó. Hubo un cambio en la "frecuencia" e "intensidad" de determinados efectos meteorológicos. Un ejemplo son las actuales olas de calor y frío, que impactan mucho más que hace 20 años.
A nivel de gobierno son imprescindibles la puesta en marcha de políticas para descarbonizar la economía e ir apostando por energías infinitas como las renovables, opinó el experto. Mientras que a nivel doméstico se pueden tomar medidas como utilizar el transporte público en las ciudades, mejorar el aislamiento de nuestras casas para conservar la temperatura, apostar por energía que provenga cooperativas de electricidad que "suelen tratar de producir a partir de energías renovables", y una mayor utilización del coche eléctrico, concluyó.