"Los osos polares viven principalmente sobre el hielo y, si hace algunos años, en verano, podíamos ver el final del hielo a solo unos kilómetros de la costa, actualmente el hielo se está fundiendo y está a decenas de kilómetros más allá del horizonte", según comentó al medio el director de la reserva, Alexandr Gruzdev.
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En total, en las regiones de Chukotka y Alaska, vive una de las 19 poblaciones de osos polares que se conservan en el planeta.
"En EEUU, los osos polares son activos más a menudo en primavera y verano, cuando todavía hay hielo, y llegan a Rusia en otoño, cuando aún son capaces de cazar, ya que todavía no se ha formado el hielo. Permanecen aquí hasta principios de primavera", subrayó Gruzdev.
El responsable medioambiental agregó que el acuerdo entre las autoridades de Rusia y EEUU para la conservación de los osos polares entró en vigor en 2007.
"Los estudios anteriores se llevaron a cabo hace más de 10 años pero, desde entonces, el clima, así como la población de osos, han cambiado", agregó Gruzdev. "Es necesario comprender lo que pasa a ambos lados de la frontera para salvar a los osos polares", añadió. En lo que respecta a la cooperación entre los dos países, se trataría de todo lo relacionado con el análisis genético, los estudios sobre el género de la población y las tasas de supervivencia de las crías y su nutrición.
El experto señaló también que el cambio climático no provocará la extinción de los osos, pero "esta tragedia puede ser causada por las actividades del hombre".
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Gruzdev subrayó que los residentes del Extremo Norte matan a estos animales en defensa propia. Sin embargo, a veces los osos polares también son víctimas de la caza furtiva, así como de los marineros extranjeros que los matan 'por diversión'.
"Se han dado casos en los que los marineros han perseguido a un oso polar sin dejar que alcanzara la costa, hasta que moría agotado en el agua", se lamentó.
Sin embargo, gracias a las patrullas de guardias fronterizos, solo se ha registrado un incidente similar en los últimos 5 años. En total, en 2017, a los residentes locales se les va a permitir matar un máximo de 58 osos, de los cuales solo una tercera parte podrán ser hembras.
