"En la etapa inicial de la contaminación en Pekín, influyeron los vientos que movieron el aire a una altura de unos 500-1000 metros desde el sur. Cuando el smog se formó, la altura donde las masas del aire se mezclan bajó abruptamente, lo que resultó en una subida enorme de la concentración de las sustancias nocivas. Además, el aumento de la humedad atmosférica causó un alza significativa de aerosol en el aire", relató Yuesi Wang del Instituto de la física atmosférica de Pekín.
Pekín, según consideran los científicos, es una de las ciudades más contaminadas de China y del mundo. La urbe constantemente sufre de smog; las autoridades de la ciudad hicieron un intento de dispersarlo antes de los Juegos Olímpicos de 2008, pero este resultó ser infructuoso.
Los científicos chinos estudiaron el proceso de la formación del smog en Pekín, Tianjin y otras ciudades de la Llanura del Norte de China en octubre-noviembre de 2014.
Hallaron que la combinación de un número considerable de las emisiones de vapor, gases de escape y las corrientes del aire caliente que se mueven hacia la capital china desde la meseta cercana, causan el descenso brusco de la altura de la 'zona de mezcla', una capa de la atmósfera donde los gases que ascienden desde la superficie se disuelven en el aire gracias a la existencia de vientos turbulentos.
En este sentido, el catalizador de este proceso no son los automóviles en el centro de la capital, sino las plantas de carbón y los establecimientos industriales en las cercanías de Pekín, que emiten los aerosoles en las masas del aire, que por su parte se dirigen hacia la urbe desde las zonas altas del terreno.
Esto quiere decir que la única manera de luchar contra el smog en la capital china es aprobar las limitaciones para la combustión de carbón y los hidrocarburos no solo en Pekín, sino también en las regiones desde las que vienen las masas de aire, concluyen los expertos.
