La energía producida por el viento representará el 11% de la matriz energética brasileña en los próximos diez años, según declaró el presidente de la Empresa de Pesquisa Energética (EPE), Mauricio Tolmasquim.
Tolmasquim también explicó que el Gobierno de Dilma Rousseff está desarrollando varios proyectos para que en la próxima década las energías renovables con un impacto medioambiental moderado, entre ellas la eólica, crezcan hasta alcanzar una cuota significativa en la producción energética de Brasil.
Este mes la energía producida en Brasil por el viento alcanzó la capacidad instalada de cinco gigavatios, con la que según la EPE se podrían abastecer a aproximadamente cuatro millones de hogares o doce millones de personas, es decir, una población equivalente a la de São Paulo.
Tolmasquim hizo estos anuncios ante representantes de las principales empresas de energía eólica de Brasil que participan en el 5º Brazil Windpower, un evento organizado todos los años por la Asociación Brasileña de Energía Eólica (ABEEólica) en asociación con el Consejo Global de Energía Eólica (Gwec) y el Grupo CanalEnergia.
El presidente de la Empresa de Pesquisa Energética también informó de que hay más de mil inscritos en la subasta de energía de reserva procedente de fuentes renovables que tendrá lugar el próximo 31 de octubre. Según Tolmasquim, “como los precios máximos son bastante atractivos en los tres productos, tanto energía hídrica como térmica y eólico-solar, creo que habrá muchos interesados en participar”.
Brasil genera dos tercios de su energía a partir de represas hidroeléctricas. La sequía que sufren varias regiones del país desde 2011 está propiciando que el Gobierno apueste por otras energías renovables, como la eólica, la solar e incluso la nuclear.
"En un país con tantos recursos renovables como Brasil, es esencial encontrar fuentes complementarias a las hidroeléctricas (…) la energía eólica tiene la capacidad de satisfacer esa necesidad", declaró Elbia Melo, presidenta de ABEEólica.
