Aprovechando la pandemia como una especia de "cortina de humo", el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció esta semana la retirada de su país del Tratado de Cielos Abiertos, un acuerdo multilateral para garantizar la transparencia en cuanto al control de armas que data del año 2002. Para justificar esa decisión unilateral, Trump acusó a Rusia de "pervertir" el pacto. También dijo que Moscú tiene su propuesta de negociar un nuevo acuerdo.
Esta decisión de Trump avivó el temor a una nueva carrera armamentista. Y ahora el presidente estadounidense anuncia que abandonará también el Tratado de Cielos Abiertos. "Trump rompe otro tratado sobre armas tras acusar a Rusia de 'pervertirlo'", titula a una de sus crónicas EFE TV.
Cabe recordar que Estados Unidos y Rusia se culpaban mutuamente de la muerte del Tratado de eliminación de misiles de corto y medio alcance firmado en 1987. Washington justificó su retiro argumentando que Moscú se negó a destruir un misil de crucero que violaba el acuerdo, mientras el Kremlin lo negaba y sostenía que la Casa Blanca abandonó el pacto para continuar desarrollando misiles en solitario.
La decisión de Trump ha causado preocupación de varios medios europeos en primer lugar porque complica aún más ya de por si complejas relaciones entre Moscú y Washington. Más aun, porque las autoridades rusas a su vez acusan a Estados Unidos de haber violado con regularidad el Tratado de Cielos Abiertos.
"EEUU se retira del tratado de Cielos Abiertos y tensa la relación con Rusia", titula a una de sus crónicas la edición en español de Euronews.
Más tarde, el diario The New York Times opinó que la verdadera intención del presidente Trump sería contrarrestar el arsenal de misiles que China ha ido desarrollando en los últimos años, a quien ve, según ese diario estadounidense, como un rival mucho más "formidable" a largo plazo que Rusia.
Pero existe una importante diferencia entre el Tratado de eliminación de misiles de corto y medio alcance y el de Tratado de Cielos Abiertos y es que si el primero es un tratado bilateral que sí afecta a los intereses de terceros países, el segundo es un tratado que permite los vuelos militares sobre los territorios de los 35 signatarios para reforzar las relaciones de confianza con el objetivo de evitar el conflicto entre Washington y Moscú.
Eso significa que en el caso del Tratado de Cielos Abiertos Trump tensa relaciones no solo con Rusia, sino también, entre otros, con Alemania que ya ha pedido al presidente estadounidense que reconsidere su apresurada decisión.
"Alemania pide a Trump reconsiderar decisión de dejar Tratado de Cielos Abiertos", titula a una de sus crónicas Milenio TV.
Mientras tanto, la diferencia entre los dos tratados es evidente. El Tratado de Cielos Abiertos del que forman parte Estados Unidos, Rusia, Canadá y casi toda la Unión Europea es uno de los esfuerzos de control internacional de armas más amplio jamás realizado con el objetivo de promover la transparencia en las fuerzas y actividades militares.
En opinión de Francisco Coloane, exoficial de las Naciones Unidas en misiones especiales en Asia y África, la decisión de Trump de abandonar el tratado se debe a fuerte presión por parte de algunos sectores del Pentágono contrarios a buenas relaciones con Rusia.
Experto sobre la decisión de Estados Unidos de abandonar el Tratado de Cielos Abiertos: "Trump se divide entre su actitud hacia Rusia y el Pentágono", titula RT.
Verdaderamente, da la impresión de que Trump no sabe a qué está jugando. Y las consecuencias de esta división entre la intención de tener buenas relaciones con Moscú y la de tener buenas relaciones con el Pentágono de hecho son muy graves para el tema del control de las armas, así como para la seguridad internacional en general.
"Ayúdenos, Putin", imploran en Rusia, pero el presidente no responde como esperan", titula la edición en español de la CNN.
"Se han registrado varias protestas y enfrentamientos violentos durante la pandemia de coronavirus en Rusia. Los ciudadanos se manifiestan por el aumento en los precios de los alquileres y el deterioro de los negocios. La oposición rusa dice que el presidente Vladimir Putin "se está escondiendo". En videoconferencias de las que participa parece estar desconectado y aburrido".
En resumen esto es lo que están diciendo nuestros colegas de la CNN. En el primer instante, da la impresión de que han estado demasiado pendientes de redes sociales por no poder moverse por Rusia libremente debido a las restricciones impuestas por las autoridades a causa de la pandemia. Porque justo es el cuadro que uno podría dibujar siguiendo algunos titulares en las redes sociales.
La verdad es que a pesar de que sí ha habido una protesta en Moscú de unos migrantes que venden frutas y verduras en un mercado de ventas por mayor, eso apenas ha tenido repercusión alguna en el panorama de la actualidad rusa en tiempos del coronavirus. La verdad es que el presidente Putin aparece en las pantallas más o menos con la misma frecuencia que siempre. Y la verdad es que esa protesta citada por la CNN no tiene nada que ver con la frecuencia de las apariciones de Putin.