Los medios occidentales desnudaron sus sentimientos ante estas visitas que recibió Putin. Mientras unos dicen que la deteriorada y cada vez poco previsible relación con el presidente estadounidense, Donald Trump, ha obligado a Merkel y Macron a buscar apoyo de Rusia, otros medios, a los que les ha sentado como una patada en el estómago, aseguran que los líderes europeos viajan a Rusia para presionar a Putin para que "entre en razón".
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"Putin y Macron cierran filas ante los desplantes de Trump" es el título de un reportaje de Euronews en español al respecto. Hay que reconocer que esta es una de las versiones que parece de las más imparciales y próximas a la realidad. Pero no todos los medios la comparten. Por ejemplo, para el diario español ABC Macron viajó a Rusia para "intentar que Putin entrase en razón". Por su parte, El País titula diciendo que "El 'America First' saca a Putin del rincón".
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No queda claro a qué rincón se refiere precisamente. Porque los que realmente parecen estar arrinconados a causa de las acciones unilaterales de Trump son los líderes europeos. Este análisis de El País es todo un giro copernicano, si consideramos que hace tan solo unas semanas afirmaba que Putin es un "enemigo estratégico" de Bruselas.
Mientras, respecto a la visita de la canciller alemana al mandatario ruso, Euronews tituló: "Merkel y Putin obligados a entenderse a pesar de sus diferencias".
Merkel dejó una frase que comienza a poner las cosas en su lugar en Occidente, como una pequeña revolución: "Si se hubiera empleado agente nervioso, Skripal estaría muerto", dijo Merkel, según Euronews, respecto a la intoxicación del exagente doble ruso.
Fue Merkel, no Putin quien lo dijo esta vez. Unas palabras que habrán intoxicado los oídos y las emociones del ministro de Exteriores del Reino Unido Boris Johnson, que lo deja en evidencia.
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Como si fuera poco, por las imágenes que llegaban desde Sochi se notaba que la actitud de Merkel frente a Putin ha dado un giro. Parecía muy contenta, hablaba en ruso, e incluso le saludó diciéndole "Privet" (la versión informal en ruso de 'Hola') al primer ministro ruso, Dmitri Medvédev.
En este sentido, hay que mencionar que unos días más tarde Putin regaló otro ramo de flores muy parecido a la mujer de Macron, Brigitte. No queda claro si esto también debe ser considerado un insulto desde el punto de vista de Bild.
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Estas visitas que recibió Putin en el actual contexto geopolítico, dejan constancia que Alemania, así como otros tantos países europeos, apuestan por el pragmatismo al final del día. Desde este enfoque queda claro que efectivamente las relaciones con Rusia tienen una importancia estratégica. También queda claro que los europeos ya están hartos de escuchar 'America First', y que detrás de muchas decisiones de Trump, que pretenden ser políticas, se esconden los intereses económicos de EEUU y los lobbies.
