Ni en plena Guerra Fría, cuando Rusia tenía la poderosa agencia APN, la actual RIA Nóvosti, y que publicaba miles de artículos en los medios occidentales de la época, decenas de revistas en lenguas extranjeras, así como millones de libros para audiencia internacional, era imaginable semejante resolución.
Para los eurodiputados, la presunta amenaza que representan los medios rusos para los europeos tiene la misma importancia que la expansión de Daesh.