También el Parlamento británico tuvo algo que decir. En un informe sentencia que Londres necesita reconsiderar su política de los últimos 20 años en relación a Rusia para hacer frente a los desafíos que plantean las actividades militares de Moscú.
Pero la realidad indica que las relaciones entre Rusia y la OTAN no se deterioraron a causa de la crisis ucraniana y la postarior reunificación de Crimea con Rusia. La tensión llegó bastante antes, y fue a causa del despliegue unilateral del escudo antimisiles en Europa.
La que tendría que sentirse amenazada es Rusia, porque si analizamos la evolución de la OTAN en los últimos años veremos que la Alianza ya está en sus fronteras y literalmente la está acorralando y cada semana sus altos cargos repiten como un mantra que Rusia es su principal enemigo.