No hubo júbilos, ni declaraciones oficiales al respecto. La única voz reconocible a nivel internacional que sí se congratuló por la liberación de Palmira fue la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, quien en el momento en que la ciudad cayó en manos de los terroristas, expresó estar "profundamente preocupada" por los combates en la antigua ciudad y llamó a poner fin "inmediato" a las hostilidades, y a que tras la recuperación de la ciudad, se congratuló en nombre del organismo que representa.
Uno de los pocos medios que reaccionó favorablemente fue Los Angeles Times, que escribió un artículo lapidario para Obama: "La liberación de Palmira muestra un lado diferente de esa historia. Durante muchos años, la Casa Blanca ha buscado "socios" eficaces en Siria y ha pedido la salida de Asad del poder. Por tal razón, es muy difícil para Washington admitir el éxito alcanzado por el ejército sirio y sus aliados, entre los que se encuentran Rusia e Irán, en la lucha contra Daesh".