¿Cómo un Estado puede aprovechar la desesperada situación de miles de personas para regatear? La respuesta se puede encontrar en Turquía. La decisión europea de reenviar al país otomano a los aspirantes a refugio político y sellar sus fronteras sigue despertando opiniones encontradas entre los 28 países miembros de la Unión.
Según el acuerdo preliminar alcanzado en la cumbre del 7 de marzo, todos los refugiados que lleguen a las islas griegas procedentes de Turquía serán devueltos a ese país, que les acogerá en campos ad hoc. Los aspirantes a viajar a Europa deberán pedir visado de manera individual y esperar el resultado. Por cada persona devuelta a Turquía, un refugiado será admitido en la UE.
Esta cooperación de Turquía para frenar la llegada de migrantes que desestabiliza políticamente a la Unión Europea, le reportará un buen botín: Ankara recibiría una ayuda adicional de 3.000 millones de euros, monto igual al que pactó en noviembre.
La agencia Reuters informó sobre esta cumbre de Bruselas sobre este drama de los refugiados bajo el siguiente título: 'Los eurodiputados acusan a la UE de ceder al 'chantaje' de Turquía'.