Antes de la pandemia, el fútbol era mucho más que un deporte en esta parte del mundo y es por eso que algunos presidentes se vieron tentados de reiniciar una actividad que, al mismo tiempo, garantiza que muchos se queden en casa, frente al televisor.
En el oscuro túnel de la ansiedad se parece vislumbrar una luz al final, y antes de que la crisis económica que generó el parate termine por enterrar la actividad.
"Está muy complicado, sobre todo por el tema económico, y por eso buscamos las mejores soluciones para que los jugadores puedan cobrar sus salarios", dice a Sputnik el vicepresidente de la Mutual de Futbolistas, Diego Scotti, a quien la pandemia le aceleró su retiro de la actividad luego de 22 años de carrera en clubes de Uruguay, Argentina, China, España y Chile.
Existen alrededor de un millar de futbolistas que participan de las dos ligas más importantes:
- los de primera, con un salario básico de 800 dólares;
- y los de ascenso, que perciben poco menos de 400 dólares, cerca del sueldo mínimo uruguayo.
Los futbolistas debieron salir al rescate de sus colegas durante la pandemia. Con el apoyo de los jugadores de la selección la mutual entregó canastas a futbolistas de la B, la divisional C (amateur) y al fútbol femenino y también a los 40 jugadores libres con artículos de primera necesidad (arroz, fideos, azúcar, aceite, salsa de tomate, lentejas, avena).
La pandemia los golpeó a casi todos los equipos, los cuales mandaron a sus jugadores al seguro de paro (subsidio por desempleo), situación que en muchos casos obligó a un ajuste salarial, dado que el techo del beneficio es de 44.000 pesos uruguayos (casi 1.000 dólares).
Evaristo González, secretario general de Peñarol, admitió en diálogo con Sputnik "una baja de socios de entre el 2 y el 3%".
"Contamos con el esfuerzo de todos, aunque nos preocupa, de todas maneras, que se vaya un sólo socio y por eso trabajamos en planes de beneficios y flexibilidad en el pago de cuotas, para que valga la pena seguir apoyando al club, que hoy es el único ingreso que nos está quedando", señaló.
El directivo explicó que la suspensión de la actividad comprometió seriamente las arcas del club. "Tanto la TV como los sponsor y los royalties de la marca no nos están pagando lo que acostumbramos y eso influye en nuestros ingresos", dijo.
Protocolo
Entrenamientos divididos, concentraciones individuales, charlas técnicas al aire libre y prohibición de compartir mate, así imagina Uruguay la vuelta del fútbol, proceso que comenzó el domingo 7 en la AUF (Asociación Uruguaya de Fútbol) con el testeo de los protagonistas.
🎞️ Imágenes de la primera jornada de la Fase 0 del protocolo de regreso al fútbol y la palabra de @nachoalonso33, @gastontealdi y Diego Scotti.@AUFOficial comenzó a realizar los test en convenio con la #AsociaciónEspañola, @IPMontevideo y @Udelaruy.
— AUF (desde 🏠) (@AUFOficial) June 8, 2020
ℹ️ https://t.co/r4Rr7wayNO pic.twitter.com/5ObFyyaA2Q
Para lograrlo, futbolistas, entrenadores, árbitros y personal de recaudación elaboraron un detallado protocolo de actuación de cuatro pasos que busca algo que hasta hace unas semanas parecía insólito: volver a ver fútbol sudamericano en 2020.
El proceso requiere concentraciones y traslados individuales, y los jugadores deberán descender de los vehículos con lo necesario para entrenar o jugar, sin celulares, lentes, relojes o alhajas.
Futbolistas y entrenadores, en cambio, pretenden iniciar a principios de ese mes, tal como sucederá en Chile y Perú. Paraguay y Ecuador, por su parte, lo harán el 15 de julio y en cuanto a Colombia, Argentina y Brasil no hay definida ninguna fecha hasta el momento.
Lo que seguirá en suspenso es la presencia de aficionados, hinchas o torcedores: fieles y pasionales perdedores en un negocio que hoy no los tiene en cuenta.