Cuando arranque el primero de los siete juegos, a ganar cuatro, bajo la gran carpa del deporte que une la pasión de estadounidenses y latinoamericanos de todos los países caribeños y centroamericanos, desde Venezuela hasta México, cruzando todo el Caribe, Roberto Osuna, oriundo de Mazatlán, y José Urquidi, nacido en la localidad agrícola cercana a Los Mochis, recordarán la historia infantil que los une en su natal Sinaloa.
Osuna es el estelar del equipo del sureño estado estadounidense de Texas y desempeña el decisivo papel de ingresar a los partidos como "cerrador", a despachar a los bateadores adversarios con potentes y colocados lanzamientos.
Curvas, rectas, bolas rápidas, que rondan los 160 kilómetros por hora, y sorprendentes cambios de velocidad, que hacen ver muy mal a los desconcertados bateadores, son parte del repertorio de lanzamientos del pitcher estelar, acostumbrado a enfriar los partidos con su rostro impenetrable de jugador de poker y la gorra sobre su cejas.
Los dos sinaloenses se conocieron cuando representaron a su estado en torneos juveniles, y ya fueron llamados la "Generación Dorada" del béisbol del norteño Sinaloa, cuna de cantantes de corridos populares y también de los narcotraficantes mexicanos más famosos, como Joaquín "El Chapo" Guzmán, cuya organización lleva el nombre de la tierra en que crecieron las dos estrellas.
"Él (Urquidi) es de Los Mochis y yo soy de Mazatlán y nos reuníamos en torneos a menudo, fue entonces cuando jugamos juntos tres torneos (…) éramos como los niños normales, solo tratamos de divertirnos, pero siempre tuvimos el sueño de jugar en las Grandes Ligas" del béisbol, contó Ozuna a cronistas deportivos.
Pero llegar a jugar en uno de los siete partidos de una Serie Mundial, en la vital y multimillonaria posición de lanzador, es una aspiración de cualquier pelotero.
Desde que el pitcher Fernando "El Gordo" Valenzuela cautivó al mundo del béisbol en 1981, como Novato del Año, y conquistó el trofeo al que aspira cualquier pitcher profesional, el "Cy Young", México no había tenido la oportunidad de que uno de sus lanzadores soñara con triunfar en una Serie Mundial.
En esta serie, la sombra de dolor por la violencia que se ha apoderado de ese montañosos estado agrícola del norte de México podría gozar el alivio de ver triunfar a uno de sus hijos que ponga a Sinaloa un estante diferente.