"Luchen por libertad, estén con Hong Kong", escribió el alto ejecutivo del equipo texano en un tuit que posteriormente fue eliminado de su cuenta.
La respuesta del país asiático no se hizo esperar. La cadena estatal CCTV y el gigante tecnológico Tencent Holdings rechazaron transmitir los partidos de pretemporada que tenían previstos. Esta decisión puede causar un considerable perjuicio económico a la NBA, debido a que China es hoy el mayor mercado foráneo para la liga estadounidense.
"Pekín tiene tolerancia cero a cualquier injerencia extranjera en sus asuntos internos. Esto explica por qué están adoptando un enfoque tan duro", explicó a Bloomberg Hugo Brennan, analista principal de la consultora Verisk Maplecroft.
El escándalo por este tuit puso en serio peligro la semana clave para la NBA en China, donde se iban a celebrar partidos de exhibición de dos equipos: Brooklyn Nets —franquicia que ha sido adquirida por el cofundador de la empresa Alibaba, Joe Tsai— y Los Angeles Lakers. Sus encuentros debían disputarse en Shanghái y Hong Kong, respectivamente.
Ambas franquicias, que ya están en Shanghái, tenían que comparecer ante los medios de comunicación, pero las ruedas de prensa se pospusieron debido a "la inestabilidad de la situación", comunicó la NBA. La noche de los fans, que estaba programada para el mismo día e iba a contar con la participación de jugadores de la NBA y cantantes de pop chino, también ha sido cancelada.
El gigante asiático se muestra cada vez más sensible a los desafíos que han surgido en varios frentes, destacan los periodistas de Bloomberg. El tuit de Morey ha sido particularmente incendiario y ha echado más leña al fuego a la guerra comercial, que sigue exacerbando la desaceleración económica y las protestas en Hong Kong.
CCTV y Tencent Holdings no han sido las únicas en hacerle el boicot a la NBA. La empresa automovilística Dongfeng frenó en seco también su cooperación con la liga estadounidense. A su vez, la empresa Mengniu, especializada en la producción de lácteos y socia de la NBA desde hace mucho, comunicó que se opone "frontalmente a todas la palabras y actos que desafíen la soberanía nacional de China y pongan en peligro su estabilidad social".
Mientras tanto, la reacción en EEUU a lo ocurrido ha variado según los casos. La estrella de los Rockets, James Harden, se disculpó y dijo: "Nosotros amamos a China". Y, tras reunirse con su flamante nuevo compañero de equipo, el base Russell Westbrook, agregó: "Ambos (...) vamos allí una o dos veces al año. Las muestras de amor que recibimos son importantes".
No obstante, hubo quienes criticaron a la NBA por haber doblado la rodilla frente a China. La liga, por su parte, emitió un comunicado en el que mostró su "decepción profunda" por el comentario "inapropiado" de Morey.
"Lo que usted hace y dice representa a EEUU en el mundo. Y para una organización estadounidense contribuir (...) a acallar a la disidencia a cambio de beneficios [económicos] es espantoso", escribió el senador republicano Josh Hawley en una carta enviada al comisionado de la NBA, Adam Silver.