"Para mí hubiera sido imposible acceder a una entrada para ver la final en Buenos Aires, siendo River uno de los clubes con más socios de América Latina", contó Gastón Fontenla, quien vive en la provincia argentina de Córdoba (centro).
Fontenla recordó con tristeza los incidentes que obligaron a suspender la final de la Copa Libertadores de América el pasado 24 de noviembre en Buenos Aires.
Ese día unos hinchas de River agredieron el autobús en el que el plantel de Boca estaba por llegar al estadio Monumental de Núñez donde se disputaría la final y provocaron heridas a varios jugadores.
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"Fue terrible porque uno espera el partido con mucha ansiedad, espera ver un buen espectáculo deportivo, y yo soy amante del fútbol más allá de River o Boca, me gusta el deporte, la estrategia, así que fue una pena todo lo que sucedió", afirmó.
A raíz de los incidentes, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) anunció el 29 de noviembre pasado que el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores se disputará en la capital española en el estadio Santiago Bernabéu, del club Real Madrid.
El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, justificó la elección de España para disputar un partido de la Copa Libertadores de América debido a que Madrid es la ciudad con más población argentina del mundo que no sea Argentina y debido a su seguridad.
Odisea por un equipo
"Hay gente que viajó de Colombia o de Perú a ver ese partido y se tuvo que volver, mientras que a los socios les devolvieron la plata", afirmó.
En esta ocasión es él quien accedió a la posibilidad de ver la final que disputarán Boca y River en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid.
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Desde la capital española afirmó que decidió viajar para ver el partido porque era "una oportunidad", ya que su hermano vive en Madrid, y "el fútbol para los argentinos es muy importante, es de familia".
Para poder viajar arregló su salida en el trabajo y tuvo que posponer algunos exámenes pendientes de la licenciatura en composición musical que estudia.
"Me encontré en el aeropuerto a muchos con la camiseta de River, a algunos con las del Boca; conocí gente que vino con sus hijos a ver el partido, que viajó solo por dos días, que si el partido se jugaba en Marte le pedían permiso a la NASA e iban para allá", relató.
De las 81.000 localidades disponibles en el estadio Santiago Bernabéu hubo 7.000 asignadas para los socios del Real Madrid.
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La Conmebol reservó en total 25.000 localidades para cada equipo: 20.000 fueron para argentinos no residentes en el país, y otras 5.000 fueron entregadas a cada club para que las repartiera directamente entre sus socios.
"Pase lo que pase todo los que estemos ahí ese día no lo vamos a olvidar nunca, va a ser un partido inolvidable porque no se va a volver a repetir en la historia del universo", enfatizó.
Aunque tiene conocimiento de que centenares de barrabravas (fanáticos del fútbol) viajaron hasta la capital española para presenciar el encuentro, dijo que confía "en que si mudaron la final a 13.000 kilómetros es porque existen garantías de que no habrá ningún disturbio".
El partido que enfrentará al Boca y a River este 9 de diciembre está considerado de alta tensión, por lo que la policía española extremará sus precauciones y reforzará su operativo de seguridad con 4.000 efectivos.