"El Club Atlético Boca Juniors y el Club Atlético River Plate han llegado a un acuerdo para que la final de la Copa Libertadores se dispute sin la presencia de público visitante", anunció la entidad en su página web.
Los presidentes de Boca y River, Daniel Angelici y Rodolfo D'Onofrio respectivamente, tomaron esta decisión tras reunirse con el titular de la AFA, Claudio Tapia.
Angelici y D'Onofrio calcularon que perderían ingresos puesto que deberían reservar, además de 4.000 lugares para los aficionados del equipo contrario, "otras miles de ubicaciones para adaptar los pulmones de seguridad".
Los presidentes de los clubes se comprometieron a adoptar medidas para que en un futuro los partidos puedan disputarse con la presencia de simpatizantes de otros equipos y agradecieron la predisposición del presidente Mauricio Macri de promover al público visitante.
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El mandatario había asegurado el pasado 2 de noviembre que los aficionados de los principales rivales del fútbol argentino podrían ir al estadio del adversario.
Lo que vamos a vivir los argentinos en unas semanas es una final histórica. También una oportunidad de demostrar madurez y que estamos cambiando, que se puede jugar en paz. Le pedí a la Ministra de Seguridad que trabaje con la Ciudad para que el público visitante pueda ir.
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) 2 ноября 2018 г.
Es la primera vez que Boca y River equipos se encuentran en la final de la Copa Libertadores de América, el torneo internacional más importante de la región.
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Desde el fallecimiento de un simpatizante del equipo de Lanús en 2013, por seguridad, los partidos en Argentina se juegan por lo general sin hinchada visitante en las tribunas.