Durante el segundo set, el árbitro advirtió a Serena por recibir consejos de su entrenador desde la tribuna, pero Williams dijo que no había violado ninguna ley. Al cambiar de lado, Williams se acercó a la torre del árbitro y montó un escándalo. Previamente le habían quitado un punto por romper su raqueta.
"¡Soy madre, antes pierdo que hacer trampa! Me debes una disculpa, me debes una disculpa. ¡Eres un mentiroso y un ladrón! No me volverás a arbitrar nunca más (…) Es porque soy una mujer y lo sabes, si fuera un hombre no me harías esto", fueron las quejas de la tenista.
“I don’t cheat to win, I rather lose”
— 1AM Creative (@1AMcreative) September 8, 2018
— @serenawilliams #USOpen pic.twitter.com/dq51BXpPWd
En las redes sociales hay quienes apoyan a Williams y creen que es una deportista valiente, mientras que otros consideran que su gesto fue ridículo.
When male tennis players break rackets and argue at referees, they are often allowed to get away with it. But when Serena Williams has a legitimate reason to stand up to an umpire, she's penalised and docked a game. It's casual sexism. #USOpen #Serenapic.twitter.com/cn6cWHildg
— James Melville (@JamesMelville) 9 сентября 2018 г.
— MARCA (@marca) September 9, 2018
— Vik (@JosePerezVik) September 9, 2018
Finalmente, el partido lo ganó la tenista Naomi Osaka 6-2, 6-4. Es el primer título de Grand Slam en la carrera de la deportista japonesa, que previamente había ganado solo un título de WTA. En la ceremonia de entrega de premios, el público abucheó a la ganadora y el momento se vio opacado.
La oficina de arbitraje del torneo impuso tres multas a la tenista: una de 10.000 dólares por el "abuso verbal" contra el árbitro Carlos Ramos, otra de 4.000 dólares por la advertencia de estar recibiendo instrucciones de su entrenador y la tercera de 3.000 dólares por romper su raqueta.
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