La mano más conocida y debatida en la historia del fútbol es la picardía que realizó Diego Maradona durante el Mundial de México 1986 para anotar el primero de dos goles contra Inglaterra. 'La mano de Dios' es amada por muchos y odiada por otros tantos, sin embargo algo está claro: jamás será olvidada.
La otra 'mano de Dios', la olvidada, ocurrió en el Mundial siguiente, Italia 1990. La selección Argentina era la defensora del título, y tras una sorpresiva caída con Camerún al inicio del torneo venía con la moral baja, por eso el segundo encuentro, contra la Unión Soviética, era importante ganarlo a como dé lugar.
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Tras un tiro de esquina del equipo rival y un rebote en el área argentina, la mano de Maradona volvió a aparecer, pero esta vez no para marcar un gol sino para defender su propia portería. Y dio resultado. Su equipo se impondría por 2 a 0.
Una de las manos más emocionantes ocurrió en el Mundial de Sudáfrica 2010. En cuartos de final el equipo uruguayo se enfrentaba a la selección ghanesa. El resultado del encuentro se selló en empate, en un partido que la propia FIFA llamó "el partido más dramático" del torneo.
En los últimos minutos del tiempo reglamentario sucedió una jugada para el infarto. El juez cobró un tiro libre para Ghana, que cuando se ejecutó generó un verdadero caos en el área. Uno de los africanos aprovechó un rebote y cabeceó al arco. El balón hubiera cruzado la línea de meta de no haber sido por la intervención milagrosa de Luis Suárez que evitó el gol rival con reflejos y recursos de portero. Tras la salvada el uruguayo fue expulsado y el equipo africano malogró el penal.
Uruguay pasaría a semifinales contra Países Bajos donde perdió 3 a 2 y se quedó sin su pase a la gran final. Sin embargo de no haber sido por la atajada del nueve no hubiera disputado el tercer y cuarto puesto contra Alemania. Uruguay terminó cuarto en ese Mundial, donde los españoles levantaron por primera y única vez una Copa del Mundo.
