"A nuestro entender, el nuevo sistema de la Rusada funciona bien, en la mayoría de los casos los agentes de control de dopaje no tienen problemas para acceder a los deportistas en el país", dijo.
A la vez reconoció que "existen dificultades con el acceso a las ciudades cerradas", es decir localidades que albergan instalaciones militares.
El pasado 16 de noviembre anunció que deja en vigor la suspensión de la Rusada, hasta que Rusia reconozca que hubo manipulaciones institucionales al sistema de antidopaje a nivel del Ministerio de Deportes y el Servicio Federal de Seguridad rusos.
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El presidente ruso, Vladímir Putin, negó la existencia de un sistema institucionalizado de dopaje en Rusia y aseguró que el país tiene la intención de colaborar estrechamente con el Comité Olímpico Internacional y con la WADA para erradicar este mal.
Este 5 de diciembre el Cuerpo Ejecutivo del Comité Olímpico Internacional decidirá si la selección rusa participará en los Juegos Olímpicos 2018 de Pyeongchang, Corea del Sur.