El lanzamiento del programa se justifica por el éxito de un programa antidopaje similar activado antes de los Juegos Olímpicos de Verano en Río de Janeiro.
El programa no pretende sustituir las pruebas convencionales, sino detectar las posibles lagunas y hacer recomendaciones a las organizaciones correspondientes para que mejoren su trabajo.
La WADA y el COI vigilarán la implementación del programa que se llevará a cabo por los representantes de las federaciones internacionales de deportes de invierno; las agencias nacionales antidopaje de Dinamarca, Japón, el Reino Unido, EEUU y del Centro Canadiense de Ética en el Deporte.