"La Federación Internacional de Especies (FIE) otorgó a la WADA su decisión de no declarar las violaciones de las normas antidopaje contra los 27 atletas rusos de esgrima mencionados en el Informe, y al revisar de la decisión de la FIE y las pruebas, la WADA no tomará otras medidas al respecto", dijo el organismo a la agencia deportiva.
El abogado canadiense Richard McLaren publicó el 18 de julio de 2016, a menos de 20 días del inicio de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, la primera parte de su informe en el que involucró al Estado ruso en un presunto programa de dopaje.
La WADA se valió de este controvertido dosier para recomendar al Comité Olímpico Internacional (COI) suspender a toda la selección rusa de las Olimpiadas.
El 9 de diciembre de 2016, McLaren fue más allá y acusó esta vez a más de 1.000 atletas rusos de estar supuestamente implicados en las manipulaciones de las pruebas de dopaje o beneficiarse de las mismas.
Tanto el Ministerio de Deporte ruso como el Kremlin rechazaron en ese entonces todas las acusaciones por "infundadas".
Desde el Ministerio ruso de Exteriores subrayaron que el informe McLaren y la suspensión de los atletas rusos causaron daño al movimiento paralímpico y al deporte en general.